sábado, 20 de febrero de 2010

La perruquería

En español, a esos lugares en los que seres humanos enloquecidos lavan, peinan y esquilan perros a destajo los llaman "peluquerías caninas", pero yo creo que sería más lógico llamarlos perruquerías, como en Cataluña. En Cataluña no sólo hay perruqueries, sino también incluso perruqueries per a gossos, aunque a mí esta última denominación me parece ya algo redundante.

Como
ya os conté, mañana me toca ir de exposición; y como mis dueños no me habían lavado nunca y tampoco es que me peinen con mucha asiduidad -ni excesivo éxito- decidieron llevarme a la perru. Ahora, varias horas después de haber pasado por las sucesivas mesas de tratamiento (agua y champú, secador y peine, y cepillo y tijeras), tumbada, toda fluffy, en mi sofá y navegando, como siempre de extranjis, por el ciberespacio, no estoy segura de si la experiencia me ha gustado o me ha disgustado (o de si debería haberme disgustado tanto como a mis seres humanos). Pero mi dueño dice que a mí "no vuelve a someterme a esa tortura", de modo que sospecho que el procedimiento ha sido más desagradable para él que para mí misma.

Y eso que yo no he ladrado -ni gruñido, ni aullado- ni una sola vez cuando me han puesto al cuello una cadena que pendía del techo, para que no pudiera moverme, y una ayudante del
perruquero alfa con guantes de goma me ha empapado de agua, me ha vaciado unas glándulas cuya existencia yo había desconocido hasta esta misma mañana (las glándulas anales) y me ha enjabonado y desenjabonado repetidas veces. La furia de los guantes ha sido rápida y eficiente y yo he quedado calada hasta los huesos y con más aspecto de salchicha que de bichón en un plis plas, pero me ha dado más tirones de las patitas, sobre todo de las patitas de atras, de lo que hubiera sido estrictamente necesario (al menos eso podía inferirse de la cara de dolor que ponía mi dueño). Luego, siempre con la cadena al pescuezo, me han secado y peinado a la vez, sin muchos miramientos pero con el secador más grande y más ruidoso que he visto en mi vida, más propio de un túnel de lavado que de una perruquería; tan fuertes eran los tirones y tan potente el trasto del viento que, a veces, tenía la sensación de que iba a levantar el vuelo, y el estruendo era ensordecedor, pero mi dueño ya hacía tiempo que había decidido, primero, mirar para otro sitio y, luego, salirse del taller y esperarme, algo acongojado, en la salita contigua. Por último, ya desencadenada, los últimos retoques, levísimos, de cepillo y tijera a manos del mismísimo perruquero alfa.

Cuando he salido de la
perru, parecía levitar, de lo sedoso y lo ondulante que me han quedado las greñas. Pero, por algún motivo, al llegar a mi casa, no tenía apetito y luego incluso he tenido que vomitar un poco, lo que no suele sucederme (sólo cuando consigo merendarme una carroñita en mis excursiones por el campo). Y ahora estoy cansada y algo ansiosa por lo que me espera mañana. En fin, tras la exposición, ya os cuento.

1 comentario:

  1. Daniela F. Brigitta14 de julio de 2012, 15:17

    Letto tutto e credo d'averlo capito per intero. Confesso che sono piuttosto turbata dalle tue parole, Otti, perchè sapevo che quest'esperienza fosse piuttosto spiacevole per i cani, ma non fino a questo punto.. Brigitta, generalmente, quando torna a casa non vomita, ma anzi mangia il pasto che, per ovvie ragioni, ha dovuto saltare. E poi è distrutta, quello sì, ma è anche vero che si riprende velocemente.
    Stendo un pietoso velo sul problema delle ghiandole anali: per Brigitta sono state un grosso problema perchè non riusciva a svuotarle naturalmente.. Da qui infezioni, ascessi, incisioni ed antibiotici, per cui, anche se adesso sta bene, ogni volta che al lavaggio effettuano quella manovra lei è molto spaventata.. Però non posso fare diversamente che portarla alla "perruqueria" perchè non so tagliarle il pelo che le cresce in modo molto rapido (credo dipenda dal fatto che non fa la muta!), nè tagliarle le unghie o pulirle le suddette ghiandole.
    Penso di essermi dilungata un po' troppo, scusami.
    Ti abbraccio e complimenti a te ed ai tuoi genitori: tutti e tre scrivete divinamente, tanto che è un piacere leggervi. Doy fe.

    ResponderEliminar