miércoles, 21 de abril de 2010

Hellhounds keep out

Otra entrada sobre la exclusión: en Este País no sólo son múltiples y, con frecuencia, pintorescas las prohibiciones, también lo son las señales que las indican. La ventaja es que una no siempre tiene por qué sentirse aludida. La de la foto es la que nos prohíbe el paso a los parques de la localidad granadina de La Zubia. De lejos se diría que veda el paso a los sabuesos del infierno, al Can Cerberos o a alguna otra creatura mitológica. De cerca, el aborto del inframundo parece... una cabra. De acuerdo, la cola... una cola así no se la he visto yo puesta a una cabra todavía, pero la carita, la carita es de chivita repeinada. ¡Si lleva hasta un cencerrito! Lo bueno es que la señal de marras, puestos a ser estrictos, me permitiría entrar en el parque: por muy traviesa que sea, no soy Fluffy; y, por muy loquita que esté, tampoco soy una cabra.

De todos modos, precisamente en La Zubia, no importa mucho que sus regidores nos prohíban entrar en los parques. Allí lo que no falta es campo cerca. Y me descubro ante el artista local por su comprometido distanciamiento de la representación realista.

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